domingo, 12 de agosto de 2012

La vida a la muerte solo hay un paso...

Era un tarde de invierno, Mía se encontraba como siempre sentada enfrente de la lapida de su abuelo. Estaba apunto de caer la noche, y Mía seguía leyendo aquel libro que la tenia enganchada. Nunca antes se había quedado hasta tan tarde en aquel lugar. De noche era tenebroso. Mía no se daba cuenta de que estaba oscureciendo y su madre se preocupara por ella. Ademas, nunca le decía a donde iba porque sentía que si se lo decía a su madre nunca le dejaría ir. Pasaban las horas y Mía seguía en aquel tenebroso cementerio. Miro al reloj y se dio cuenta de que eran las 21:00 guardo el libro y se puso a correr.Justo antes de salir vio algo en frente de la lapida de su abuelo, se acerco, era él. A Mía le resbalaban lagrimas por las mejillas.
-¡Abuelo!- Grito, y fue corriendo hacia el.
-Mía...- Dice y la abraza.
-Te echo de menos, quiero que estés conmigo siempre.- Dice entre lagrimas.
-Tranquila, a partir de ahora siempre lo estaremos.- La miro a los ojos.
Al día siguiente en las noticias apareció:
''Chica de 14 años de edad encontrada muerta en el cementerio. Las causas de la muerte no se saben. Los médicos dicen  que fue causa de un infarto. Cuando sepamos mas información os lo comunicaremos'' 

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